jueves, 14 de enero de 2010

Exposición sobre globalización y desarrollo local - 13 enero

Después de dar a luz nuestro trabajo sobre Google, los compañeros de otro grupo han expuesto sobre el tema de globalización y desarrollo local. Sí que parecía un chiste: un español, una ecuatoriana, una argentina, una estadounidense y una española (creo que eran esas las nacionalidades).

Y estas son las ideas que me han surgido y las más atractivas que he recogido durante su exposición:

1. La globalización es una idea de unificación. La compañera que presentaba ha hablado de un fenómeno que no es tan nuevo como creemos, poniendo el ejemplo de una “romanización”. En ese caso, hay un matiz entre imperialismo y globalización. La romanización del territorio conquistado por los romanos no fue una prematura globalización, sino una imposición de la cultura romana. Una imposición y por tanto una actitud imperialista por parte de los ostentadores del poder en ese momento. La globalización tiene otra concepción en la que hay una mezcla de diferentes culturas, no hay una dominación de una y se exprime o se anulan el resto, sino que se trata de una mezcolanza de todo (aunque me parecería una ingenuidad no reconocer el peso que ejerce en cada momento histórico la hegemonía de turno, nosotros vivimos la de Estados Unidos.)

2. La globalización afecta muchos ámbitos de nuestra vida. En concreto de cómo ha influido en la unificación de los medios de comunicación. Hoy en día la mayoría de grandes periódicos, canales de televisión y radio pertenecen a una gran corporación (pongamos de ejemplo cercano: Grupo Prisa). Los diferentes medios de comunicación no son independientes, son los brazos de un pulpo y la cabeza es quien gobierna estos brazos. Como consecuencia se produce una unificación de la información que se distribuye por los diferentes canales, lo que va en detrimento de la aparición de canales independientes y por ende de la variedad o de la oferta de información diferente (lo que puede afectar al carácter crítico de los periodistas). Y al no existir un contrapoder, estos tentáculos realimentan una ideología concreta que sale de la cabeza pensante de quien los gobierna.

3. La globalización ha ocurrido debido al efecto de compresión espacio-temporal que vivimos debido al avance en las comunicaciones, sean transportes (el avión- estás igual de lejos de Toledo que de París, te sale incluso más barato ir a París) o medios de comunicación (sobretodo y hoy en día Internet, el ciberespacio). Esta característica de la compresión espacio-temporal la vimos en las clases de geografía política con Pablo Iglesias (veo que los dos grupos que hemos expuesto hoy no nos hemos quedado indiferentes ante los temas tocados con dicho profesor: nuestro marco teórico del capitalismo cognitivo también nos lo mostró en dicha clase). Es un tema interesante, pues esta compresión supone que se reconfigura la situación geopolítica en la que hay una aniquilación del espacio a través del tiempo.

4. Estamos ante un momento de mayor desconfianza. Vivimos en un momento en el que nada es permanente, Ulrich Beck lo explica con su concepto “líquido”. Como todo es inseguro, aumenta la desconfianza y las lealtades son inmóviles. Todo se deja llevar de forma agresiva por la única lealtad segura: el capital.

5. Una cosa es la teoría y otra la práctica. La teorización del concepto de globalización no es lo que ocurre en la realidad. Quizás se podría contraponer la idea de globalización a la teoría de la dependencia: Gracias a que unos están abajo, otros pueden estar arriba (y literalmente, el sur produce – el norte consume: La periferia es explotada por el centro (Wallerstein).

6. Esta explotación de la periferia por el centro produce una sobreexplotación agraria. El sur se dedica a ser la despensa del norte. Además acompañado de un hambre insaciable del norte, diría más bien una gula que no permite que el sur produzca para sí mismo. Esta sobreexplotación tiene efectos no solo políticos y económicos sino medioambientales.

7. Desarrollo local frente a globalización. Se refleja esta idea de “piensa globalmente, actúa localmente”, para paliar esta sobreexplotación de los recursos. El comercio global resulta dañino, pues actuamos contra-natura (queremos comer cerezas de Chile, para hacerlo han tenido que ser transportadas desde el otro lado del mundo para llegar a nuestros supermercados, para tener a nuestra disposición todo lo que queramos.). Se nos ofrecen unos productos que no tenemos conciencia del proceso que hay detrás de ellos. Por eso apostar por un desarrollo local es lo que mejoraría esta situación de una globalización mal llevada, una globalización al servicio del capitalismo más salvaje y no al servicio de un intercambio e igualdades económicas, políticas y sociales.

Han podido desarrollar muy bien la primera parte, pero la segunda no han tenido tiempo, una pena pero bueno...son cosas del directo, jeje.

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